Se desgaja la placa de Wilkins en la Antártida
La placa de Wilkins, una amplia meseta de hielo flotante al sur de Latinoamérica, en la península Antártica, fue estable durante la mayor parte del último siglo antes de que empezar a retirarse en los años 90.Ubicada al sur de la península Antártica, sobre el territorio de la Antártida Argentina, la barrera de Wilkins ocupaba una superficie estimada en 13.680 kilómetros cuadrados, con un espesor máximo de 200 a 250 metros.
Las imágenes por satélite analizadas por expertos del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo (NSIDC), gestionado por la Universidad de Colorado en Boulder, muestran detalles del colapso de una considerable porción de la gran plataforma de hielo de Wilkins, en la Antártida, como consecuencia del rápido calentamiento que está sufriendo ese continente.
Una amplia parte de la plataforma de hielo de Wilkins sólo se sostiene ahora en una estrecha banda de hielo entre dos islas. "Si el hielo se retira un poco más, este último "contrafuerte de hielo" podría colapsarse y probablemente se perdería alrededor de la mitad del área de la plataforma de hielo en unos pocos años tras el colapso", alerta Ted Scambos, científico del NSIDC.
La placa de hielo de Wilkins amenaza con desgajarse de la Antártida. La plataforma helada, de unos 1.500 kilómetros cuadrados, se calentó 2,5 grados en 50 años.Nuevas fisuras se registraron en la placa. Este hecho puede conducir a la apertura del istmo de hielo que hasta ahora ha evitado que la placa, ubicada al sudoeste de la península antártica, se desgaje.
Ese puente de hielo conecta la placa de Wilkins con dos islas, Charcot y Latady.Una imagen obtenida por el satélite Envisat el 26 de noviembre, muestra que nuevas fisuras se han formado al este de la isla Latady y parecen estar moviéndose en dirección norte.
Angelika Humbert, del Instituto de Geofísica de la Universidad de Münster, y Matthias Braun, del Centro de Sensores Remotos de la Universidad de Bonn, ambas en Alemania, localizaron nuevas grietas en la capa de hielo durante sus actividades diarias de seguimiento. "Estas fisuras, que se suman a las que ya existían, amenazan con romper un trozo de hielo que podría causar que el puente pierda su estabilidad y se quiebre", explicó Humbert. "Estos cambios recientes están pasando más despacio y más constantemente que los eventos vistos a principios de este año", abundó.
En febrero de 2008 un área de unos 400 kilómetros cuadrados se desgajó de la placa de hielo y estrechó el puente de hielo hasta llegar a seis kilómetros. A finales de mayo de 2008 un área de unos 160 kilómetros cuadrados se rompió y redujo el puente a sólo 2,7 kilómetros. Además, más pérdidas. entre mayo y el 9 de julio de 2008, la placa de hielo sufrió más pérdidas: unos 1.350 kilómetros cuadrados.
Información adicional en: U. Colorado
0 comentarios