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Mundo Marino

MUERTE EN EL MAR

MUERTE EN EL MAR

     A continuación transcribo una nota que me encontre en Internet, la cual es de llamar la atención en vista de lo que ahí se relata, la verdad sea dicha hay ocasiones en que desconocemos u olvidamos cierto tipo de tragedias que ocurren a diario en este gran planeta, he aquí la información (fuente: http://www.ideal.es/granada/20080714/opinion/muerte-20080714.html)

   ...Tienen el alma rota, la mirada líquida, perdida y despejada de quien no pretende ocultar más que una desolación profunda, de silencio negro que llena el espíritu por haber nacido en la geografía del hambre y la pobreza, por no tener la oportunidad siquiera de sobrevivir. Exhaustos de cansancio y de dolor vienen los hermanos de África, con su corazón tan blanco bajo piel azabache, a morir a nuestras costas armados de pena y de miseria, buscando un futuro siempre incierto sin mirar siquiera atrás en esta supuesta travesía hacia la civilización y la riqueza.

   Pájaros de vuelo alto, gaviotas brunas de volar cansado que emigran en busca del pan y de la sal que se les niega en sus países de origen, en sus tierras que son, merced al aprovechamiento y a la explotación de las naciones civilizadas, la más clara cartografía de la indigencia. De Kenia, Gambia, Nigeria, Camerún y Senegal, son los últimos paisanos que han tratado de llegar a estas costas andaluzas, a Motril y Almería, en busca de un horizonte de esperanza que muchos han pagado con lo único que ya les restaba que era su vida. Catorce muertos en Motril y otros tantos en Almería por inanición, hipotermia o deshidratación han tenido que lanzar por la borda a sus compatriotas y dejar de peaje cruel al océano. Los supervivientes, los afortunados, regresarán a su lugar de origen como parias, expulsados de España por ilegales, para intentarlo de nuevo hasta el infinito, mientras el cuerpo resista las embestidas de la próspera barbarie occidental.

   África se desangra, necesita ayuda (que no limosna) y nosotros, ciudadanos del primer mundo, nos limitamos a cambiar de canal cuando aparecen sus rostros límpidos y horrorizados; a leer con un gesto amargo el periódico del día donde aparece la penúltima noticia de su arribada fallida y trágica a esto lares. O de su desaparición en el mar, a bordo de pateras que son cáscaras de nuez inestables con las que surcan aguas de sangre y dolor en los mares procelosos, guiados por sus manos puras e inocentes -ya ni siquiera se embarcan patrones de las mafias ruines- que tienen marcado en su brújula vital un destino de muerte. Algunos no han nacido siquiera; van en el seno maternal y cálido de una mujer que aspira a un porvenir, siquiera un futuro para cuando su hijo vea la luz. Otros son niños todavía, chiquillos frágiles con aliento de cristal y ojos puros que se han enrolado, a pesar de sus años, en una batalla definitiva y sin cuartel contra la defunción más que probable por los designios de traficantes de seres humanos sin escrúpulos, los negreros de este tiempo, que les han vendido un sueño de comida y de trabajo que rara vez se cumple porque la suerte en el piélago, con temporal desatado, es más que caprichosa. Y luego, si los hados son propicios, hay que sobrevivir aquí, al sol abrasador de la tarde vendiendo ’cedés’ o lo que se tercie a los que pasan impasibles ante su desgracia.

   Estamos deshumanizados. Nada se hace porque realmente nada se quiere hacer desde esta Europa reconcentrada en su propia estulticia que identifica pobreza con no poder alquilar este año el chalet de la playa o dejar de tomar las cervezas en la terraza climatizada. Así somos, tan egoístas. Y lo peor es que ya no nos da ni vergüenza.

   El mar que nos circunda se ha convertido en una de las mayores fosas comunes que han existido en la Historia. La Unión Europea admite la muerte en 5 años de 10.000 personas en su ruta hacia Canarias y al cruzar el Estrecho. Sólo en los últimos cinco años. Así se recoge en el informe anual sobre Racismo 2007 en España elaborado por la Federación de Asociaciones SOS Racismo. El documento explica también que expertos europeos calculan que de cada tres cayucos que salieron en busca de "un futuro mejor", uno naufragó (Fuente: http://www.archipielagonoticias.com/)

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